Liberación emocional de forma incontrolada y dañina.
La ira o un fuerte enfado o frustración que nos vamos guardando puede dar paso a dar patadas y puñetazos. Morder o insultar y gritar. Cara roja. Respiración rápida. Ojos y boca muy abiertos. Nuestro interior y pensamientos están muy agitados. Concentramos nuestros sentidos (vista, oido) en una persona u objeto al que atacar sin ver o escuchar nuestro alrededor.Puede ser una forma de defensa cuando nos han hecho mucho daño. Pero normalmente se controla para no hacer daño a otras personas o no romper cosas. Cuando tenemos este sentimiento perdemos parte del control sobre nuestras acciones. Nos cuesta escuchar . Toda nuestra energía y pensamientos están concentrados en hacer daño. Algunas personas son más propensas a sacar su violencia que otras ante los problemas de la vida. También existe gente con problemas que pueden llegar a disfrutar con la violencia.
Se puso muy violento cuando supo que le habían robado.
Le dio un empujón porque tenía prisa y no le dejaba pasar.
Iba a tirar el jarrón al suelo pero valía mucho dinero, respiró ondo y se tranquilizo para no romperlo.
Normalmente, no somos violentos y controlamos estas explosiones emocionales hablando o liberando nuestros enfados con gritos, deporte o relajación.
Emoción desagradable de que algo que imaginamos o real, nos puede hacer daño.
Sentimiento que nos ayuda a ser conscientes de un peligro o riesgo real o imaginario. Nos avisa de que debemos actuar para evitarlo o hacerlo desaparecer. El temor y el miedo son emociones importantes que bien comprendidas nos ayudan a no cometer errores o arriesgarnos en cosas peligrosas.
Cuando montaba a caballo su madre temía que se cayera.
Temía suspender el examen aunque había estudiado mucho.
El poblado temía el ataque de lobos durante el invierno.
¡Escucha tus temores pero no dejes que te dominen!